Los conductores de la ruta Polideportivo–Mare Abajo alzan la voz con una mezcla de preocupación y esperanza. Aseguran que ya es hora de que el Ministerio de Transporte les entregue unidades nuevas que les permitan actualizar su servicio y seguir movilizando a la comunidad como lo han hecho por años, pese a las dificultades.

Hoy, de las 15 unidades que conformaban la línea, apenas 5 se mantienen operativas a media máquina. El resto permanece estacionado, vencido por el tiempo, la falta de repuestos y el deterioro inevitable.

La situación con el combustible agrava el panorama cada cinco días reciben 70 litros de gasolina, cantidad que según solo les alcanza para dos jornadas de trabajo luego deben parar y esperar sus turnos.

Aunque recientemente se aprobó un aumento en el pasaje a 40 bolí

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