Huancané espera. Espera como se espera en el Altiplano: con una paciencia curtida por el frío y el abandono. Desde diciembre del 2023, en un terreno de esta provincia, se supone que crece el Hospital Lucio Aldazábal Paucar. Los huancaneños lo miran con la misma mezcla de esperanza y escepticismo con la que se mira al cielo en tiempo de sequía. Saben que lo necesitan. Saben que, a veces, lo prometido tarda en llegar. Pero esta vez no es solo la tardanza. Esta vez es el descaro.

El hospital, en el papel, es una bestia con un hambre feroz de millones. En la realidad, es un animal raro, casi inmóvil. Un informe del Ministerio de Economía y Finanzas lo confirma con la frialdad de los números: el avance físico de la obra es de solo el 12.03%. Poco más que un hoyo grande y algunas varillas al ai

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