Hay películas que no solo se ven, sino que se sienten. ‘Springsteen: Música de ninguna parte’, dirigida por Scott Cooper y protagonizada por Jeremy Allen White, es una de ellas. Inspirada en el proceso de creación del álbum ‘Nebraska’ (1982), la cinta se adentra en las fisuras emocionales de un artista que, en plena cumbre del éxito, enfrenta los fantasmas de su propia historia.

Desde el primer acorde, la película logra sumergir al espectador en el caos íntimo de un músico que busca reconciliar su presente con las heridas que no terminan de cerrar. La atmósfera sonora y visual reconstruye con precisión la época, pero también el desasosiego interior de un hombre que, entre la fama y la introspección, intenta no perderse en su propio eco.

Jeremy Allen White encarna a Bruce Springsteen con

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