Las alianzas que sostienen al Gobierno se agrietan, no por desgaste ideológico, sino por pura incompatibilidad de intereses. Los gestos y declaraciones de Junts, los que son públicos y los que se esmeran a extender en privado, anuncian ruptura. Dicen que ya no están cerrados en banda a una moción de censura contra Sánchez que pueda incluir a Vox; los hay que completan la frase: «Pero sin Feijóo». Sobre si dicen la verdad o no, nada se puede saber porque la confianza que menos cotiza es la de Junts, y su abultado historial de digos y diegos.

Una moción de censura es una posibilidad que flota en el ambiente político y mediático con la lógica de los hechos: el Gobierno, incapaz de sacar Presupuestos y sin una base parlamentaria sólida, es un rehén al que Junts ya ha utilizado todo lo que pod

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