La mercería Ca donya Àngela, el comercio más antiguo de Mallorca, abierto en 1671, anuncia su cierre. Su dueño se jubila y termina sin relevo la historia de un negocio en el que han trabajado once generaciones. Es uno más de los pequeños comercios familiares que desaparecen, un fenómeno especialmente intenso en el centro de Palma, aunque no exclusivo, ni mucho menos de Mallorca, pero que da paso a que el corazón de las ciudades se llene de franquicias y cueste llegar a distinguir una ciudad de otra. Los factores son múltiples: explosión del comercio digital, abandono de residentes, presión por el precio del alquiler... Todo redunda en la pérdida de identidad.

Ayudas y adaptación.

Los comercios emblemáticos han visto en los últimos años reconocimientos por parte de las administraciones qu

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