Al final de Ordoño hay una obra de Cuenllas en cuya placa se lee 'Coche de carreras nº 19'. Sentado en el bólido (dentro de la escultura, por tanto) un chucho lanudo, con gafas de sol y en posición de piloto, es-fotografiado-por-su-divertido-dueño. Así, dicho en frase inversa porque el verdadero protagonista es el PERRO. Así, escrito en caja alta, pues el artista ahora es él, son ellos, los chuchos, por encima de las demás mascotas y de sus dueños. Estrellas caninas, los amos son ellos. Otra muestra. Alguien pedalea por el carril bici a la altura de la Candamia, un perro suelto sale a morderle, el asustado ciclista advierte, sensato aunque firme, señora, átelo o edúquelo; la mujer responde a gritos, reacción desgraciadamente frecuente, como loca y como si el atacado fuese su can, no hubier

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