Los testigos se han convertido en piezas claves de la ceremonia desde hace casi 500 años
Lorenza Espínola Gómez de Parada / Fábrica de Exposiciones
¿Acaso el compromiso no es sólo entre la pareja? Hay mucha verdad en esta afirmación: el matrimonio es un pacto entre dos personas; sin embargo, los testigos le otorgan validez y credibilidad, pues sin su testimonio, la boda podría pasar inadvertida para siempre.
En la religión católica, el sacramento del matrimonio lo celebran los contrayentes, mientras que el sacerdote cumple la función de impartir la bendición y actuar como testigo ante Dios. Así, desde el Concilio de Trento, el 3 de marzo de 1547, los testigos se han convertido en piezas clave de la ceremonia. Ellos dan fe de la inexistencia de impedimentos para el enlace, evitando con

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