No caben dudas de que el resultado electoral de mañana será muy importante para el Gobierno: se juega la configuración del Congreso para sus dos últimos años de gestión.

La verdad es que en la Casa Rosada se está pensando en el día después de la elección desde hace varios días. Se estaría imponiendo una premisa, que habría aceptado el núcleo duro libertario: el presidente Javier Milei deberá instrumentar cambios. De su equipo de colaboradores, como primer paso; de la lógica de relacionamiento con los otros actores políticos, como segundo.

Se lo pide el mundillo político vernáculo y hasta el nuevo decisor clave de la economía argentina actual: el gobierno de Estados Unidos, puntualmente el Departamento del Tesoro, oficina a la que Milei ha atado la suerte de su plan económico por la neces

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