Puede parecer una de las escenas de la serie Chernóbil, pero acaba de ocurrir. Un empleado de la Central Nuclear de Palisades, en Estados Unidos realizaba labores de mantenimiento cuando resbaló y cayó en la cavidad que alberga el reactor, sumergiéndose en el agua destinada a enfriar las reacciones del interior.

Lo primero y más importante: el reactor estaba apagado y llevaba años sin funcionar . La planta se encuentra en un proceso de reactivación y, crucialmente, el combustible nuclear dentro era nuevo, no gastado. Esto significa que no había una reacción nuclear en cadena activa.

El trabajador no cayó en un “infierno radiactivo”, sino en una piscina de agua de refrigeración. Pero el agua en el interior de un reactor, incluso apagado, no es agua potable. Puede contener trazas de mat

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