La iniciativa Hip Hop por la Paz logró un hecho sin precedentes: unir a los 32 estados del país y sumar la participación de más de cien centros penitenciarios. Desde esos espacios, mujeres y hombres expresan su dolor, sus historias y también sus propuestas. Se trata de un proyecto que nace desde los barrios y las prisiones, con la colaboración de colectivos, artistas, juventudes y aliados comprometidos con la paz.

La vertiente penitenciaria tiene un valor especial, pues ofrece una nueva mirada hacia las personas privadas de la libertad, frecuentemente marginadas y estigmatizadas. A través del arte, se busca romper ese círculo y abrir espacios de expresión que fortalezcan su reinserción social. En el hip hop encuentran un medio para narrar vivencias y transformar el dolor en mensaje; el re

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