La incontinencia urinaria afecta a cerca de tres millones de personas en España, un problema que ha sido desmitificado en parte gracias a campañas publicitarias, como la protagonizada por la actriz Concha Velasco en 2006. Sin embargo, esta normalización ha llevado a que muchas mujeres eviten consultar a su médico sobre el tema, según Àngels Roca, presidenta de la Asociación para la Incontinencia Anal y Urinaria (ASIA).
Este trastorno no solo afecta a las personas mayores, sino que también es común entre mujeres jóvenes, especialmente aquellas menores de 50 años. Factores como el embarazo, el parto vaginal y la práctica de deportes de alto impacto, como correr y el CrossFit, contribuyen a la incontinencia urinaria de esfuerzo. A partir de los 50 años, los cambios hormonales y musculares en el suelo pélvico hacen que la incontinencia adopte un perfil más mixto.
Ante esta situación, se ha creado la Alianza contra la Incontinencia Urinaria (ALiNUR), que agrupa a nueve sociedades científicas y asociaciones de pacientes. Su objetivo es "visibilizar, abordar y mejorar la atención a la incontinencia urinaria en nuestro país", un problema que debe ser prioritario en la agenda sanitaria.
Las mujeres mayores institucionalizadas, que padecen enfermedades crónicas y tienen movilidad reducida, son las más afectadas, con una prevalencia de hasta el 89,5%. María Victoria García, de la Sociedad Española de Enfermería Geriátrica y Gerontológica (SEEGG), enfatiza la necesidad de "reforzar la preparación de los médicos de familia" y de impulsar el papel de enfermeras especializadas para mejorar la atención y el seguimiento de los pacientes.
ALiNUR también reclama acceso a todas las alternativas terapéuticas disponibles, incluyendo soluciones innovadoras. La doctora Irene Diez Itza, presidenta de la Sección de Suelo Pélvico de la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO), subraya la importancia de contar con datos actualizados sobre la prevalencia de la incontinencia para entender su impacto en la salud.
El uso de productos absorbentes representa el 59% de los productos sanitarios prescritos en 2022, generando más de 172.000 toneladas de residuos anuales. Este uso excesivo no solo tiene repercusiones ambientales, sino que también está asociado a un aumento de infecciones del tracto urinario y problemas psicológicos, como la depresión, que afecta a un 30% de las mujeres con incontinencia.
Roca destaca que el estigma asociado a la incontinencia impide que muchas mujeres busquen ayuda, lo que agrava su situación. La falta de formación de los profesionales de la salud y la falta de coordinación entre ellos son otros retos que deben abordarse. Las unidades de suelo pélvico son esenciales para ofrecer tratamientos no invasivos y mejorar la calidad de vida de las pacientes.

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