Por Pbro. Dr. José Juan García
Este domingo leemos en comunidad el evangelio de san Lucas 18, 9-14: ‘En aquel tiempo, Jesús dijo esta parábola a algunos que se confiaban en sí mismos por considerarse justos y despreciaban a los demás:
‘Dos hombres subieron al templo a orar. Uno era fariseo; el otro, publicano. El fariseo, erguido, oraba así en su interior:
‘¡Oh Dios!, te doy gracias porque no soy como los demás hombres: ladrones, injustos, adúlteros; ni tampoco como ese publicano. Ayuno dos veces por semana y pago el diezmo de todo lo que tengo’’.
El publicano, en cambio, quedándose atrás, no se atrevía ni a levantar los ojos al cielo, sino que se golpeaba el pecho diciendo:
‘Oh Dios!, ten compasión de este pecador’’.
Les digo que este bajó a su casa justificado, y aquel no. Porque t

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