La sombra que lleva un buen rato acechando el club de cannabis de la calle General Rodrigo , muy cerca del paseo marítimo de Fuengirola, saca de una bolsa un fusil aprovechando la salida de los últimos clientes, sabe que la puerta tiene un sistema de apertura electrónica que sólo se activa desde el interior. Al ver que un tipo armado y con la cara cubierta va directo hacia él, un trabajador del fumadero cierra in extremis la entrada, prácticamente al mismo tiempo que tres proyectiles impactan contra la cristalera . El estruendo provoca el pánico entre el empleado y los otros tres hombres que quedan dentro del local, que buscan una salida forzando el cerramiento de la terraza que da a la calle Asturias. El tirador lee el recorrido desde fuera, los sigue y al doblar la esquina abat

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