**El Gobierno se enfrenta a desafíos tras las elecciones** El Gobierno argentino, independientemente del resultado de las elecciones de hoy, continuará en el poder hasta diciembre de 2027. Sin embargo, deberá afrontar múltiples desafíos políticos y económicos a partir del lunes. La crisis cambiaria reciente y el deterioro de la actividad económica son los problemas más urgentes que se deben abordar. La suerte del oficialismo en las elecciones definirá la dificultad de estas tareas. La confianza generada por el resultado electoral será clave. El ministro de Economía, Luis “Toto” Caputo, sostiene que, una vez superada la incertidumbre electoral, la situación se estabilizará. Esta idea ha sido respaldada por el secretario del Tesoro estadounidense, Scott Bessent, quien cree que la demanda de pesos se recuperará tras los comicios. El mercado percibe un 35% de apoyo al Gobierno como un resultado “razonable”, aunque inferior al 40% esperado hace meses. Este porcentaje permitiría al Gobierno asegurar un tercio de la Cámara de Diputados, lo que facilitaría la protección del superávit fiscal mediante vetos. Sin embargo, si el apoyo cae al 30% o menos, la situación se complicaría, ya que no tendría suficientes votos en el Congreso para frenar proyectos que amenacen las cuentas públicas. El Gobierno enfrenta una situación crítica: salir de la recesión. La actividad económica ha dejado de crecer y muestra caídas preocupantes. Según FIEL, la industria sufrió un descenso del 3% en septiembre en comparación con el mes anterior. Además, se estima que el indicador de actividad económica del Indec también reflejó una caída del 1% en agosto. Este estancamiento se ha mantenido desde 2011, y el nuevo presidente, Javier Milei, tiene el desafío de revertir esta tendencia en los próximos dos años. La disminución del consumo y la actividad en los últimos meses se atribuye a la creciente demanda de dólares. En los últimos 45 días, el mercado necesitó alrededor de USD 5.000 millones para mantener el tipo de cambio dentro de la banda establecida. El Tesoro argentino vendió USD 1.500 millones, mientras que el Tesoro estadounidense y el Banco Central también realizaron ventas significativas. La eliminación temporal de retenciones en el campo generó un ingreso adicional de USD 4.200 millones. La conclusión es clara: la falta de pesos en circulación se debe a la aceleración del proceso de dolarización. La subida de tasas de interés ha sido una respuesta a esta situación. A partir de mañana, se podrá evaluar si esta tendencia está relacionada únicamente con las elecciones o si hay razones más profundas detrás de la desconfianza. El Gobierno espera que la recuperación de la confianza también impulse la recuperación de los bonos y reduzca el riesgo país. La hoja de ruta para la recuperación económica incluye el tratamiento del proyecto de Presupuesto 2026 en el Congreso, aunque se anticipa que será difícil avanzar antes del 10 de diciembre, cuando cambie la composición de las cámaras. Las reformas laborales, impositivas y jubilatorias, que han estado en discusión durante años, también son parte de la agenda. El modelo cambiario dependerá del resultado electoral, y un buen desempeño del Gobierno podría asegurar el apoyo estadounidense y equilibrar el mercado cambiario. Caputo considera que un dólar a $1.500 es elevado y sugiere que podría retroceder a $1.350 si se recupera la demanda de pesos. Sin embargo, la recuperación de reservas es crucial para consolidar la confianza del mercado. Muchos analistas creen que el actual esquema cambiario no resistirá más allá del primer trimestre de 2026, lo que genera incertidumbre sobre el futuro económico del país.