A Tomás García le diagnosticaron la enfermedad de Pompe de adulto, a los 45 años. «De joven jugaba al baloncesto. Hacía vida normal, pero es cierto que tenía cierta debilidad de piernas y saltaba menos que el resto», recuerda.
Nada hacía pensar que pudiera tener esta patología. «Aunque es cierto que tengo un modo peculiar de andar, como tipo torero con cadera hacia delante y los hombros hacia atrás», reconoce Tomás García.
Su diagnóstico fue de casualidad. «En el año 2013 tuve dos neumonías muy seguidas en un mes. A mi médico le pareció muy raro y me dijo que me fuera a urgencias y que me hicieran pruebas, en vez de mandarme antibióticos tan seguidos», afirma este paciente.
En el hospital le curaron la neumonía y vieron que tenía muy alto el nivel de la creatina fosfoquinasa (CPK ), u

 LA RAZÓN Salud
 LA RAZÓN Salud

 Raw Story
 Raw Story The Daily Beast
 The Daily Beast Daily Kos
 Daily Kos The Columbian Sports
 The Columbian Sports People Top Story
 People Top Story