Necesitas pedir un taxi, llamas por teléfono y al otro lado te atiende Antonio con un acento claramente gallego. "Lo necesito en cinco minutos", le cuentas. "¿Para cuantas personas?", pregunta dejando entrever que entiende tu urgencia. La conversación dura poco más de 40 segundos y en pocos minutos el taxi estará listo en la puerta. Nada de esta conversación nos llamaría la atención si no fuese porque Antonio no existe . Es un asistente telefónico creado con IA. Lo inquietante es que puede titubear, carraspear, e incluso, imitar un acento.

Una voz muy real

Distinguir si Antonio, o alguno de sus compañeros virtuales son personas o Inteligencia Artificial es complicado. Lo comprobamos en la calle, simulamos la llamada con uno de estos teleoperadores: "Solamente le quitaré dos minutos

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