Luis García Quiroga

La mala hora de la novela gótica del Deportivo Pereira inicia en los años 80 cuando los traquetos se tomaron el equipo y a inicio de los 90 en truculenta asamblea toda llena de suspicacias de las que sabemos, la Alcaldía y la Gobernación perdieron sin remedio todo poder sobre nuestra mayor insignia deportiva durante 81 años.

Antes, fue una novela rosa y aspiracional. Era la Furia Matecaña, el Kínder de López Fretes y el equipo de la ciudad. El Pereira era un club modesto con una gran afición que lo seguía porque sus directivos eran honorables comerciantes y el equipo sudaba la camiseta y ganara o perdiera, dejaba el alma en la cancha. Después, solo nos quedó una gran hinchada, un buen estadio y una bandera sin asta.

Como toda historia, este novelón ha tenido puntos d

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