Por: Salvador Guerrero Chiprés 29/10/2025 08:20:00

¿Qué hacemos con lo fenecido, especialmente cuando pareció ser lo mejor de nosotros? Björn Andrésen tenía 15 años cuando Luchino Visconti lo convirtió en Tadzio, ese adolescente representante de la ambigua belleza imposible en Muerte en Venecia.

En la película, basada en la novela de Thomas Mann, un viejo músico, Gustav von Aschenbach, contempla silenciosamente al joven mientras la ciudad se pudre bajo la peste. Tadzio no hace nada, simplemente existe mientras el artista busca la belleza encarnada en el otro.

La muerte de Andrésen, ocurrida el sábado 25 a los 70 años, tocó una fibra más profunda: la del mito envejeciendo entre la depresión y adicciones. La fama adolescente lo dañó, cosificado por el deseo ajeno. Su historia conden

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