Samantha Serna, la mujer de 30 años que que se le explotó una llanta, era una joven muy alegre que llevaba entre 4 y 5 años trabajando para la Ciudad de Roma.

"Siempre sonreía. Era una persona muy feliz y trataba a los clientes muy bien. Siempre", aseguró Jaime Escobar, Jr., alcalde de la ciudad de Roma. Incluso, el político previamente había dicho la joven fue mucho más que una servidora pública dedicada —fue parte de nuestra familia de la Ciudad de Roma, y su partida deja un gran vacío.

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En el mortal accidente también resultaron heridos al salir expulsados del vehículo el hijo de Samantha y su mamá, identificada como Magaly Martínez, quien es empleada de la ciudad de Roma. Ambos tuvieron que ser trasladados en helicóptero desde e

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