El operativo policial más grande de la historia de Río de Janeiro realizado el martes tuvo como objetivo el grupo criminal más antiguo de Brasil, el Comando Vermelho, que en medio siglo pasó de ser un grupo de protección de presos a un monstruo delictivo con decenas de miles de integrantes que ha diversificado su alcance y con células en varios países de Sudamérica.

“Ya no es crimen común, es narcoterrorismo”, argumentó el gobernador de Río, Cláudio Castro, ante la magnitud de la Operación Contención, con 2.500 agentes para capturar a miembros del Comando Vermelho en los populosos complejos de favelas Alemão y Penha, en el norte de la ciudad.

De acuerdo con Insight Crime, una organización no gubernamental que se dedica a analizar el fenómeno de la criminalidad en América Latina y el Cari

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