Aunque las cámaras estén apagadas, los programas de videoconferencias pueden filtrar nuestra ubicación y dejarla expuesta a los delincuentes informáticos, según un nuevo estudio. Los “ecos” de sonidos introducidos por los ciberdelincuentes pueden ser analizados y utilizados para localizar personas o instalaciones, entre otros datos de importancia en términos de seguridad.

Investigadores de la Southern Methodist University (SMU), en Estados Unidos, alertan en un nuevo estudio , presentado en la conferencia 2025 IEEE Symposium on Security and Privacy (SP), que las aplicaciones de videoconferencia, incluso con cámaras apagadas y fondos virtuales, pueden exponer datos críticos de los usuarios al permitir que un atacante sondee su ubicación y el entorno físico, mediante el análisis de ecos

See Full Page