El presidente colombiano, Gustavo Petro, se pronunció desde Arabia Saudita sobre las sanciones impuestas por la administración de Donald Trump. Estas sanciones comenzaron con la cancelación de su visa por parte del Departamento de Estado de EE. UU. tras un incidente en Nueva York. Durante una manifestación pro-Palestina, Petro utilizó un megáfono para instar a los soldados estadounidenses a desobedecer las órdenes de Trump. "Desobedezcan la orden de Trump, obedezcan la orden de la humanidad", afirmó el mandatario, quien también se arrodilló en homenaje a los soldados estadounidenses caídos en Europa durante la Segunda Guerra Mundial.

Posteriormente, el Departamento del Tesoro de EE. UU. incluyó a Petro en la lista Clinton, junto a su esposa Verónica Alcocer, su hijo Nicolás Petro y el ministro del Interior, Armando Benedetti. Desde el Medio Oriente, Petro atribuyó estas sanciones a su independencia y a su legado como "hijo de Simón Bolívar". "La cocaína sí es un instrumento para controlar los gobiernos de América Latina", declaró, sugiriendo que su postura soberana es la razón detrás de las represalias.

Además, Petro criticó las operaciones militares de EE. UU. en el Mar Caribe, que buscan desmantelar estructuras narcotraficantes. Aseguró que estas acciones son ineficaces y más orientadas a intereses petroleros que a la lucha contra las drogas. "No hay necesidad de tirar misiles, es absolutamente ineficaz y no parece estar dirigida a incautar cocaína, sino a una invasión", expresó.

El presidente también destacó la peligrosidad del fentanilo en comparación con la cocaína, afirmando que es 30 veces más peligroso. "El esfuerzo de Estados Unidos debería ser 30 veces mayor frente al fentanilo, que frente a la cocaína", concluyó, subrayando que el fentanilo no se produce en América Latina, lo que elimina la justificación para una intervención militar en la región.