La Argentina votó este miércoles en la Asamblea General de las Naciones Unidas a favor del embargo de Estados Unidos contra Cuba, marcando un cambio significativo en su política exterior. Este es el primer voto a favor del embargo en más de tres décadas, rompiendo con una tradición de rechazo que había sido mantenida por todos los gobiernos anteriores, independientemente de su signo político.

El resultado de la votación fue contundente: 165 países apoyaron la resolución que pide el levantamiento del embargo, mientras que solo siete, incluyendo a Argentina, votaron en contra. Entre los otros países que se opusieron a la resolución se encuentran Estados Unidos, Israel, Ucrania, Paraguay y Hungría. Esta votación se produce en un contexto donde la mayoría de la comunidad internacional ha condenado el embargo, considerado por muchos como una medida unilateral y contraria al derecho internacional.

El cambio en la postura argentina se atribuye al gobierno de Javier Milei, quien ha alineado su administración con la política exterior de Estados Unidos, especialmente bajo la administración de Donald Trump. Este giro se hizo evidente con la reciente designación de Pablo Quirno como canciller, quien ha seguido la línea de apoyo a Washington. Anteriormente, la excanciller Diana Mondino fue desplazada de su cargo tras votar a favor de la resolución que pedía el fin del embargo, lo que generó descontento en el gobierno de Milei.

La resolución, que se presenta anualmente desde 1992, reafirma la necesidad de poner fin a las restricciones comerciales y financieras impuestas por Estados Unidos a Cuba. Los promotores de la resolución argumentan que estas sanciones violan principios esenciales del derecho internacional y afectan negativamente a la población cubana.

El embargo, que ha estado vigente desde 1960, limita las relaciones comerciales y financieras entre Cuba y las empresas estadounidenses. A pesar de los llamados de la ONU para su levantamiento, Estados Unidos ha mantenido su postura, utilizando el embargo como un instrumento de presión sobre el régimen cubano. Con este voto, Argentina se une a un grupo reducido de países que respaldan esta política, consolidando así el alineamiento internacional del gobierno de Milei con Estados Unidos y dejando atrás más de treinta años de tradición diplomática en la ONU.