La masacre cometida por la policía de Río de Janeiro en las favelas de la ciudad, estremece la opinión pública global, que cada día pierde la capacidad de asombro. Según la agencia EFE, en un par de días la violencia entre bandas armadas y las autoridades, se cobró la vida de al menos 132 personas, en un operativo dirigido contra grupos vinculados con el narcotráfico.

La estrategia no es nueva. La policía de Río de Janeiro está considerada una de las más violentas del mundo, con miles de asesinatos, ajusticiamientos y otras violaciones a los derechos humanos, todas ellas respaldadas por grupos políticos de extrema derecha, que ven en la pobreza una razón para criminalizar a todo el que viva en esas condiciones.

En esta ocasión, el sangriento operativo fue encabezado por el jefe del gob

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