En Gamarra el sol cae a plomo. Es un pueblo a orillas del imponente río Magdalena donde calienta a 32 grados, una temperatura que hacen hervir el aire y pegar la ropa al cuerpo. En ese calor —el mismo que seca los plátanos en los patios y espanta a los gallos y los gatos de los tejados— empezó hace dos años la tragedia que todavía pesa sobre este pueblo del sur del Cesar. Una tragedia que no ha cicatrizado: una turba enardecida llegó a la pequeña sede de la Registraduría municipal gritando, empujando, amenazando y exigiendo que dejaran competir a su candidato inhabilitado: Fernando Márquez del partido En Marcha. En cuestión de minutos, el bullicio se volvió un voraz incendio que nadie pudo detener.

Lea también: La Registraduría Nacional del Estado Civil rindió homenaje a las víctimas de

See Full Page