Iquitos.- El estadio Max Augustín, orgullo histórico del deporte loretano, sigue esperando la remodelación prometida por el gobernador regional René Chávez hace más de un año. En lugar de avances visibles, lo que predomina es la frustración de los hinchas, deportistas y vecinos de Iquitos, que ven cómo su principal escenario deportivo se deteriora mientras las promesas políticas quedan en el aire. Cuando Chávez anunció la renovación total del coloso con nuevo gras, graderías remozadas y mejores condiciones para los clubes locales, la noticia fue recibida con entusiasmo. Sin embargo, el tiempo pasó y las palabras quedaron en el papel. Hoy, el gramado del Max Augustín continúa en pésimas condiciones, y ni Comerciantes FC ni CNI tienen garantías de poder jugar en casa la próxima temporada. Fu

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