Constituida en 1995 con el objetivo de trabajar en el desarrollo y la transformación de productos cárnicos frescos, cocidos, curados y platos preparados, Embutidos Villa de Graus se ha hecho con un hueco en el sector agroalimentario aragonés gracias a una destacada labor en la que sobresalen alrededor de 40 referencias, que incluyen delicias como la longaniza fresca, la longaniza curada artesana, el salchichón imperial, la hamburguesa de butifarra, los carpaccios trufados o su popular barca de longaniza. Pero, aunque este año cumple 30 de vida, sus orígenes se remontan a mucho tiempo atrás, concretamente a 1634, cuando los antepasados de Ricardo Ciutad, responsable de la empresa, comenzaron su actividad profesional en el mundo agroalimentario en Castigaleu. El nombre de la casa familiar

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