Más de 130 muertos dejó un operativo policial de magnitudes nunca antes vistas en Río de Janeiro. Expertos cuestionan los métodos y la eficacia de la acción y piden investigar lo sucedido.

Horas de tiroteos en los complejos de Penha y Alemão, bolsones de pobreza en Río de Janeiro compuestos por numerosas favelas, dejaron al menos 132 personas muertas, en uno de los despliegues policiales contra el grupo criminal Comando Vermelho más sangrientos de la historia reciente de Brasil.

El objetivo de la llamada "Operación contención" era detener a 100 presuntos criminales contra los que pesaban órdenes de captura. El enfrentamiento del martes 28 de octubre fue brutal, los barrios cerraron y la ciudad entera se vio afectada por la acción, que supuso el movimiento de 2500 agentes y decenas de veh

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