El sistema voluntario de créditos de carbono que impulsa la Xunta promete traer beneficios económicos y ambientales a la comunidad, abriendo la posibilidad de participar en estos mercados a proyectos que hasta ahora no la tenían, como los de construcción con madera, de acuicultura o los de eficiencia energética. Pero a pesar de sus beneficios, su implementación también viene acompañada de una gran preocupación por sus posibles aspectos negativos , como la doble contabilidad, la deslealtad en las transacciones o el ecoblanqueo o greenwashing. Así lo reconoce la propia Administración en el decreto, publicado este miércoles en el Diario Oficial de Galicia, que precisamente incluye una serie de mecanismos para evitar el fraude y los abusos.

De este modo, para evitar el «acaparamiento ind

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