La glucosa es el principal combustible del cuerpo, pero mantenerla en equilibrio no siempre es sencillo. Cada vez más expertos advierten que los picos de glucosa -esos aumentos y descensos bruscos en el azúcar en sangre- no solo están relacionados con lo que comemos, sino también con factores como el estrés, el mal descanso y la falta de actividad física. Cuando este equilibrio se rompe, el cuerpo empieza a manifestar señales sutiles que muchas veces pasamos por alto.

Uno de los primeros signos de un desbalance de la glucosa es el cansancio constante, incluso después de dormir bien. También pueden aparecer antojos de dulces o harinas, sensación de hambre continua, niebla mental, somnolencia después de las comidas o cambios en el humor.

Estas señales indican que la glucosa está su

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