“Aquí tengo una voz enardecida,

aquí tengo un vida combatida y airada,

aquí tengo un rumor,

aquí tengo una vida".

La vida de luces y sombras de Miguel Hernández Gilabert comenzó el 30 de octubre de 1910 en Orihuela, cerca de Alicante. A su lugar de origen le dedicó ese poema donde exalta sus colores y sus vistas y concluye con ese memorable: “Contemplad mi pueblo, contemplad mi tierra”.

Criado en los montes vecinos, pastoreando el rebaño de la familia, encontró allí la vena poética que le brotaba como un don : el don de la palabra, el don de la métrica, el don del verso que nace como arroyo cristalino.

Buscó ayuda para expresarse y la encontró entre escritores de la talla de José María de Cossío (1892-1977), miembro de la Real Academia; Vicente Aleixandre (1898-1984), tambi

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