El 30 de octubre de 1825, hace 200 años, María Antonia Bolívar y Palacios, hermana del Libertador, envió desde Caracas una epístola al héroe, quien se encontraba en Perú, manifestándole su inquietud respecto a que nunca debía olvidar el compromiso adquirido por él en 1814, en Carúpano, acerca de permanecer por siempre como Libertador o muerto.
Título de Libertador
A poco de haber culminado en Caracas su Campaña Admirable, Simón Bolívar se vio reconocido por la municipalidad de esta capital, como General en Jefe de los Ejércitos y con el título de “Libertador”, el cual podría usar a perpetuidad.
Ello le signaría como juramento por el resto de su vida. Y quizás tal identificación con tan propósito magno, lo quiso plasmar en su carta del 30 de octubre María Antonia Bolívar, al exhortar al

Diario Vea
Hoy en la historia Venezuela
Page Six
AlterNet
America News