Quizá sea la inercia, quizá el servilismo, pero ayer la prensa de Madrid perdió una ocasión de oro para salir del protocolo y demostrar que el periodismo sabe poner la mirada en el lugar correcto, que está cerca de la gente. El príncipe Felipe protagoniza las portadas de los cuatro diarios de Villa y Corte, porque presidió el funeral conmemorativo por las víctimas de la dana en la Comunidad Valenciana. Pero el verdadero protagonista de la jornada era Carlos Mazón. En concreto, su rostro desencajado mientras iban cayéndole imprecaciones de los congregados. Triste figura que hoy sabemos que se toma unos días para reflexionar. En Cataluña el foco era claramente otro: sólo La Vanguardia se centraba en los reyes, mientras que El Periódico , El Punt Avui y el ARA se centraban en las teóric

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