Durante un operativo masivo en las favelas de Alemão y Penha, en Río de Janeiro, la policía brasileña descubrió un fusil FAL que pertenecía a las Fuerzas Armadas argentinas. Este operativo, que tuvo lugar el pasado martes, resultó en la muerte de al menos 132 personas, incluidos cuatro policías, y en la detención de 113 individuos vinculados al grupo criminal Comando Vermelho.

El hallazgo fue confirmado por Vinicius Domingos, jefe de la Unidad de Coordinación de Inspección de Armas y Explosivos de la Policía Civil de Río de Janeiro (CFAE). En un video, Domingos detalló que, además del fusil argentino, se incautaron 11 fusiles G3 de origen alemán, 13 fusiles FAL de origen belga, 16 AK-47 rusos y varios fusiles AR de fabricación estadounidense, de los cuales más del 90% son falsificados.

El fusil FAL argentino podría ser parte de un lote de 43 armas robadas hace más de 14 años del Batallón N°603 de Fray Luis Beltrán, en la provincia de Santa Fe. Este caso, que se inició en 2011, sigue sin resolverse. En el robo también desaparecieron 2,500 partes que permitían ensamblar hasta 400 armas. Domingos mencionó que dos de los FAL incautados pertenecen a las Fuerzas Armadas brasileñas, otros dos a las Fuerzas Armadas venezolanas y uno a las argentinas. Además, uno de los G3 era de las Fuerzas Armadas de Perú.

La investigación ha revelado un circuito de tráfico de armas que permite la entrada de armamento a Brasil a través de la frontera amazónica y por tierra desde Paraguay. En el operativo participaron 2,500 agentes de las policías Civil, Militar y unidades especiales, con el objetivo de desmantelar las bases logísticas del Comando Vermelho.

Un video grabado por un dron mostró a un grupo de criminales armados en la parte alta del Complexo da Penha, justo antes de que escaparan hacia una zona boscosa donde posteriormente se encontraron numerosos cuerpos sin vida. La policía identificó a varios jefes del tráfico de diferentes estados entre los presentes en el encuentro.

Este no es el primer caso de armas argentinas en manos de bandas criminales brasileñas. En 2011, la Policía Federal de Brasil ya había incautado un fusil FAL con el escudo argentino en San Pablo, durante un operativo contra el Primer Comando Capital (PCC). La situación actual pone de manifiesto la complejidad del tráfico de armas en la región y la necesidad de una respuesta coordinada entre los países involucrados.