Entrevista: Enrique Chávez

Para muchos quinceañeros peruanos de los primeros 90, la introducción a James fue una pieza del rompecabezas de educación musical que se quedó armado para siempre. Llegó vía radio Doble 9, como solía ocurrir con las bandas indie que no disfrutaban de exposición masiva local en tiempos sin internet, y tocó un nervio colectivo, pero al mismo tiempo “caleta”.

La historia es conocida: tomaron su nombre del del bajista Jim Glennie porque era el que sonaba mejor. Cuando comenzaron, los muchachos de Manchester le encantaron a Morrissey y The Smiths se los llevaron de teloneros. Tras el éxito inicial de Gold Mother (1990) y Seven (1992, su momento más U2 producido por Youth de Killing Joke), perdieron al trompetista avant garde Andy Diagram y el legendario Brian Eno lo

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