El fantasma de la ruptura atormenta al peronismo otra vez, luego de la ola violeta que pasó por todo el país el último domingo y que se convirtió en el punto final de la tregua que lograron hacer en la provincia de Buenos Aires los tres sectores más influyentes: el kicillofismo, el massismo y el cristinismo. Todo volvió a foja cero.

La posibilidad de una fractura expuesta de Fuerza Patria sobrevuela los distintos campamentos luego de las elecciones. No solo por la derrota en la mayor parte del país, sino también por la sensación instalada de que el ciclo del kirchnerismo como protagonista principal de la vida del peronismo ha llegado a su fin irremediablemente.

En ese cruce permanente de acusaciones, quejas, reflexiones y proyecciones, existe una diferencia sustancial entre el ki

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