Dulce nombre de María Magdalena de los Remedios o, para los amigos, María Barranco. "Antes se estilaba mucho, te ponían el nombre de quien se había muerto. Y fíjate, en mi casa me llamaban Memi. Así las monjas me decían 'joder, tanto nombre de la Virgen y al final tienes nombre de perro", me dice entre risas.

Aunque ella será siempre la Barranco. Comenzó siendo chica de revista, aunque de ahí la echaron pronto: "Metía mucho la pata, no me ponía los zapatos que me tenía que poner". Después pasó a ser otro tipo de chica, Almodóvar, con el que ganó su primero Goya por Mujeres al borde de un ataque de nervios. Y, de ahí, a trabajar con los mejores, Bigas Luna, Jaime Chávarri, Fernando Fernán Gómez o Álex de la Iglesia.

Hoy, cuando se mira en el espejo de este camerino del teatro Bellas Artes

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