En la película Jurassic Park, un mosquito atrapado en ámbar guarda el ADN de un dinosaurio, desatando una serie de eventos imposibles. En este caso, suele suceder que la realidad a veces supera la ficción: científicos han hallado una larva de mosquito real, de hace 99 millones de años, preservada en un pedazo de resina fósil.
No hay T-Rex aquí, solo una criaturita acuática que parece salida de un estanque moderno, recordándonos que la evolución puede ser caprichosa, como un guiño de la naturaleza a sus propios misterios.
Este hallazgo, bautizado Cretosabethes primaevus, no es solo un bonito souvenir del Cretácico. Es una ventana a un mundo donde los dinosaurios pisaban la Tierra y los mosquitos ya practicaban su arte de la supervivencia.
Cierra los ojos e imagina un charco diminu

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