Por: Emilio Gutiérrez Yance

Dicen que las murallas de Cartagena lo han visto todo: guerras, amores, naufragios y victorias. Pero ahora, también guardan en su memoria el rugido de las motos y el eco de los silbatos que anuncian orden entre el caos. Setenta años han pasado desde que los primeros guardianes del tránsito comenzaron su andar por las vías ardientes de Bolívar. Setenta años de amaneceres vigilados, de pasos firmes y miradas atentas bajo el sol caribeño.

Cada uno de esos años se ha escrito sobre el asfalto con sudor y sacrificio. No son solo cifras: son historias humanas. Historias de hombres y mujeres que han detenido el tiempo con un gesto, que han salvado vidas sin esperar aplausos, y que han hecho de la disciplina un acto de amor por su tierra.

En cada señal de “pare” vive

See Full Page