Cuando Xi Jinping salió de su reunión con el presidente Trump el jueves, proyectó la confianza de un líder poderoso capaz de hacer ceder a Washington.

El resultado de las conversaciones indicó que tuvo éxito.

Al hacer valer el casi monopolio de China sobre las tierras raras y su poder adquisitivo sobre la soja estadounidense, Xi Jinping obtuvo importantes concesiones de Washington: una reducción de los aranceles, la suspensión de las tasas portuarias para los buques chinos y el aplazamiento de los controles a las exportaciones estadounidenses que habrían impedido que más empresas chinas accedieran a la tecnología estadounidense. Ambas partes también acordaron prorrogar la tregua alcanzada a principios de año para limitar los aranceles.

“Lo que está claro es que se han vuelto cada vez má

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