Una mañana cualquiera en Mar del Plata. El sol apenas se levanta sobre el horizonte y el ruido de las olas se mezcla con el de las tablas arrastradas sobre la arena húmeda. En la orilla, dos siluetas repiten una coreografía que ya es parte del paisaje: calientan los hombros, ajustan el leash, se miran y entran al agua sin decir palabra.

Son Martín y Thiago Passeri , padre e hijo, leyenda y promesa del surf argentino, dos generaciones que comparten la misma pasión y una relación atravesada por el mar.

“Arrancamos temprano, entre las seis y las siete –cuenta Martín, con esa voz calma del que vive en ritmo de marea– . En verano salimos con el primer sol; en invierno, tal vez un poquito más tarde. Pero de lunes a sábado, seguro” . Su hijo lo interrumpe con una sonrisa: “Él hace físico a

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