Miguel Ángel Bravo acudió a su primer día de clase con una mochila verde y una sonrisa que hablaba de ilusión. En la Facultad de Filosofía y Letras de Cáceres, los estudiantes se giraban curiosos: “Algunos pensaban que era el profesor”, bromea. Pero no. A sus 65 años , este trujillano afincado en Cáceres se ha convertido en el alumno más veterano del campus al iniciar el grado en Historia y Patrimonio de la Universidad de Extremadura.

Jubilado de su trabajo como comercial, decidió no esperar ni un día más para cumplir un sueño que arrastraba desde joven. “Todo el mundo me pregunta por qué me pongo a estudiar a estas alturas. Y la respuesta es simple: porque me gusta, porque quiero saber más y porque nunca es tarde para superarse”.

La decisión de Miguel Ángel no es solo una curiosid

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