La caída de Al Fasher, capital del estado de Darfur Norte (Sudán), en manos de los paramilitares árabes de las Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR) ha llamado la atención de la comunidad internacional, que durante toda esta semana ha estado denunciando ejecuciones sumarias y asesinatos de civiles en pos de una "limpieza étnica". Al Fasher era uno el último bastión del Ejército sudanés y ha estado sometido a asedio desde prácticamente el inicio de la guerra en el país, en abril de 2023.
Las FAR son herederas de las temidas milicias yanyauid, responsables de más de 300.000 muertes en Darfur y por las que se acusó de genocidio al dictador Omar al Bashir. Ahora, el Ejército sudanés ha denunciado que los paramilitares asesinaron a más de 2.000 civiles entre el domingo y el lunes, la mayoría mujeres y

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