Una duda muy frecuente es si una persona con diabetes puede comer sandía, y la respuesta es que sí, pero cuidando la cantidad y la forma. Esta fruta es dulce y jugosa, con mucho agua y pocas calorías, pero su azúcar se absorbe rápido, por lo que conviene limitar la porción a una taza, aproximadamente 150 g, durante una comida.

El mejor momento para consumirla es junto al desayuno o al almuerzo, nunca sola ni como snack entre comidas. Lo ideal es combinarla con proteína o grasa saludable, como yogur natural, queso fresco, frutos secos o una tajada de palta, así el azúcar en la sangre se eleva más despacio.

Se recomienda no licuar ni colar la sandía, porque al perder la fibra el azúcar se absorbe más rápido. Aunque puede formar parte de una dieta equilibrada, lo importante es cuidar el bal

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