En su primera entrevista de trabajo con Reuters , a Anthony Grey le preguntaron por qué quería cubrir noticias internacionales. Para estar involucrado en eventos importantes, respondió.

Su deseo se cumpliría, pero con consecuencias nefastas.

Tres años después, en 1967, Grey, ya corresponsal de la agencia en Beijing, se convirtió en una pieza clave de una larga disputa entre China y el Reino Unido. Tras el arresto de periodistas comunistas por parte de la colonia de Hong Kong, las autoridades chinas tomaron represalias poniendo a Grey bajo arresto domiciliario.

El calvario del británico duraría unos 26 meses y lo haría famoso en todo el mundo.

Finalmente liberado en octubre de 1969, declaró a la prensa: “Me sentí muy, muy mal muchas veces. Pero no me desesperé”.

Grey trabajaría po

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