Cada año, cuando llega la época del Día de Muertos, los niños mexicanos se preparan para una de las tradiciones más entrañables: pedir su “calaverita”.
Esta actividad combina diversión, convivencia familiar y enseñanza sobre la cultura mexicana.
Los menores recorren casas y calles, portando bolsitas, cajitas o pequeños envases en forma de calabaza o calavera.
En versiones más modernas, incluso llevan contenedores con personajes populares de la televisión o cine.
En todos los casos, el objetivo es recibir dulces, frutas o dinero, según explica el Gobierno de México.
Origen y significado
La práctica de pedir calaverita tiene raíces profundas en la cultura mexicana. Se relaciona con la celebración de la vida de los difuntos y el respeto hacia los antepasados.
Al participar, los niños n

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