El encuentro entre el presidente estadounidense Donald Trump y el líder chino Xi Jinping , celebrado en el marco de la cumbre APEC 2025, generó tanto interés por su contenido político como por el lenguaje corporal que ambos mostraron durante su saludo. Lo que parecía un gesto diplomático rutinario terminó convirtiéndose en una escena cuidadosamente analizada, donde cada movimiento pareció reflejar la lucha silenciosa por el poder entre las dos principales economías del mundo .

Trump, fiel a su estilo, buscó desde el primer instante proyectar fuerza. Se colocó en una posición visualmente dominante y extendió la mano con energía, intentando marcar el ritmo del encuentro. Su apretón fue prolongado, acompañado de gestos amplios y contacto físico, como tocar la espalda de su homólogo, ac

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