El clima de crispación del jueves en el Senado, durante la , se trasladó ayer a las redes sociales. Los dos principales partidos intensificaron su particular guerra por el poder y pasaron al insulto personal.

El PSOE y el PP se engancharon por el aspecto de sus respectivos dirigentes. Lo cierto es que Sánchez, que no suele dar puntada sin hilo, acudió a la Cámara Alta a someterse al bronco interrogatorio de la oposición sobre sus vínculos con la trama del «caso Koldo». Y, además de decenas de evasivas, dejó una imagen para el comentario: unas gafas retro con montura de Dior que el líder socialista compró hace años, antes de ser presidente, en una tienda de Madrid (Gafas Vintage) y cuya montura costó unos 250 euros.

El equipo del presidente, consciente de que su aspecto físico lleva meses

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