Cuando Rafael, diputado socialista, acude al entierro de su amigo Víctor Velasco coincide con Laly, una antigua compañera. Los dos recuerdan al fallecido y la historia que vivieron los tres durante la campaña de las primeras elecciones democráticas, las del 15 de junio de 1977. En Cureña, uno de los pueblos de Burgos que visitaron, conocieron al señor Cayo, que vive con su mujer, que es muda. En el pueblo vive otro vecino, pero Cayo y él no se hablan.

El choque es grande, tanto en la manera de hablar como en las distintas formas de ver la vida: son dos mundos diferentes y ambos se ignoran. "Increíble, Dani. Él es como Dios, sabe hacerlo todo, así de fácil. ¿Y qué le hemos ido a ofrecer nosotros? Solo palabras, palabras y palabras", dice Víctor a su jefe de partido.

Pasado y presen

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