El acceso al parque arqueológico de Choquequirao se transformará radicalmente. Lo que antes requería hasta tres días de caminata, ahora podrá hacerse en tan solo 8 horas gracias a una nueva ruta que se abre desde el distrito de Santa Teresa, en la provincia de La Convención.

Yimmi Aguilar, promotor del proyecto, destacó en una entrevista que la belleza del paisaje será parte integral de la experiencia. "Es un lugar único", afirmó, mencionando que los visitantes podrán disfrutar de paraderos turísticos, especies animales silvestres y flora nativa, así como impresionantes cascadas.

Este proyecto, que comenzó en 2007, surgió tras más de 40 visitas a Choquequirao por la ruta tradicional de Cachora. Aguilar identificó la necesidad de una alternativa más rápida. "La ruta anterior implicaba subir y bajar más de 4,000 metros sobre el nivel del mar y atravesar el río Apurímac", explicó.

El avance del proyecto es notable, alcanzando un 90% de finalización. Solo falta la señalización. La obra incluye la mejora de 10,5 km de camino, la construcción de muros de contención, la instalación de señales de seguridad y turismo, y la creación de tres miradores para apreciar el paisaje. Además, se llevará a cabo la revegetalización de 2,500 m² con especies nativas.

La nueva ruta comienza en Yanama, ascendiendo al Abra San Juan, descendiendo hasta Mina Victoria y cruzando el río Marcana hasta Palmayo, un área rica en palmeras nativas y orquídeas. El trayecto está adornado con riachuelos, cascadas y áreas de descanso equipadas con mesas y sillas de piedra y madera.

Esta nueva vía no solo facilitará el acceso a Choquequirao, sino que también potenciará el turismo en Santa Teresa, que ya es conocida por sus Baños de Cocalmayo y como acceso a Machu Picchu. Aguilar ha solicitado la intervención de las autoridades regionales para asegurar la accesibilidad vehicular hasta Yanama, el punto de partida de la ruta.

Con esta obra, Choquequirao se vuelve más accesible, ofreciendo una experiencia segura y rápida en contacto con la naturaleza, consolidando a Santa Teresa como un destino clave en el turismo cusqueño.